lunes, 28 de abril de 2008

Salud y Belleza a través del Olor

El uso de los aceites esenciales extraídos de las plantas aromáticas para mejorar la calidad de vida es lo que se conoce como aromaterapia. Desde hace siglos, el hombre ha utilizado el “alma” de este tipo de vegetales para estimular al organismo frente a ciertas enfermedades, dolores o estados de ánimo. En el plano de la belleza, cada día se descubren nuevas aplicaciones y hoy se recomiendan para combatir desde la celulitis hasta dermatitis o eczemas.

La aromaterapia es una técnica que el hombre ha empleado durante siglos para mejorar la salud y el aspecto físico. A través de la inhalación o la absorción por la piel de aceites esenciales se obtienen no sólo importantes beneficios terapéuticos sino también cambios mentales y de humor. Los efectos se notan rápidamente. Tanto si se aplican directamente sobre el cuerpo como si son absorbidas a través de los pulmones, las moléculas de estos aceites son recogidas velozmente por los órganos y sistemas del cuerpo.

Pero antes de lanzarte al empleo de la aromaterapia, debes saber que cada aceite tiene sus propiedades curativas específicas por lo que actúan de diferente manera sobre el cerebro. Por lo tanto, a la hora de escoger una esencia hay que conocer los efectos de cada una para elegir la más adecuada a nuestro problema. Además, debido a su alta concentración, los aceites esenciales deben utilizarse disueltos en otras bases aceitosas, excepto los extraídos del árbol del te y la lavanda, y, en todo caso, hay que seguir muy bien las instrucciones en cuanto a la cantidad que hay que aplicar o inhalar.

LA MEJOR SOLUCIÓN

Aquí os exponemos las principales indicaciones de los aceites esenciales:

Albahaca: calambres.
Árbol del te: acné.
Benjui: artritis, articulaciones, dermatitis, catarros y resfriados.
Bergamoto: eczemas.
Caléndula: articulaciones.
Ciprés: mala circulación.
Enebro: reumatismos, celulitis, resaca, dermatitis, eczemas y dolores musculares.
Eucalipto: reumatismos, bronquitis, catarros, resfriados y dolores musculares.
Geranio: dermatitis y eczemas.
Hamamelis: mala circulación.
Hinojo: estreñimiento, celulitis y resaca.
Hisopo: bronquitis.
Lavanda: articulaciones, dermatitis, eczemas y dolores musculares.
Lemongras: calambres.
Manzanilla: artritis.
Mejorana: reumatismos y calambres.
Pimienta negra: catarros y resfriados.
Romero: artritis, articulaciones, reumatismos, celulitis, resaca, dolores musculares y estreñimiento.
Salvia: artritis, celulitis, resaca y dolores musculares.
Sándalo: bronquitis.

Para relajarnos debemos optar por el amaro, cedro, ciprés, clavel, enebro, gálbano, mandarina, manzanilla, mejorana, mirra, rosa o sándalo.

Para estimularnos emplearemos angélica, clavo, canela, elemí, eucalipto, hinojo, jengibre, lima, menta, naranja, pimienta negra, pino, pomelo o romero.

Como antidepresivo se puede utilizar albahaca, amaro, bergamota, clavel, geranio, incienso, jazmín, lavanda, lima, limón, mandarina, manzanilla, naranja, pachuli, pomelo, rosa o sándalo.

Buenos afrodisíacos son el amaro, angélica, canela, cardamomo, cilantro, clavel, clavo, gálbano, ylang-ylang, jazmín, jengibre, nerolí, pachuli, romero, rosa o sándalo.

Entre los estimulantes de la mente se encuentran la albahaca, cardamomo, cilantro, eucalipto, menta, pino y romero.

Si queremos podemos combinar varios aceites para obtener así mayores beneficios. Por ejemplo, el anís junto con el eucalipto, orégano y comino estimula y reanima y si al pachuli le añadimos manzanilla, geranio, lavanda y rosa favorece el funcionamiento de casi todos los órganos internos del cuerpo.

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