La piel se encarga de proteger al organismo de posibles agresiones externas. La acción barrera se consigue con la hidratación que mantiene la piel flexible y resistente.
Factores como el clima, los cambios de temperatura, la humedad del ambiente, la polución, el estrés, el tabaco, el alcohol y la alimentación, entre otros, pueden alterar su equilibrio hídrico y dar lugar a la deshidratación, que afecta a todos los tipos de piel: normal, grasa, mixta, seca o sensible.
Los síntomas más evidentes de la deshidratación son la sensación de tirantez, la falta de flexibilidad, la pérdida de suavidad, el escozor y descamación.
En España solo el 12% de las mujeres tienen una piel normal, según un estudio de Isdin.
Para mantener bien la piel se deben usar productos hidratantes para cada tipo:
Piel normal
El objetivo principal debe ser mantener y conservar el equilibrio. Recomendamos cremas con un porcentaje similar de agua y emolientes.
Piel grasa
Tiene el nivel de sebo alterado y suele ser brillante y untuosa. Tiende al acné y puede presentar imperfecciones visibles, poros dilatados, etc. Generalmente está bien hidratada, pero no hay que olvidar que la necesidad de hidratación es independiente de que sea grasa porque puede tener falta de agua. Como hidratantes son preferibles las formas fluidas .
Piel mixta
Presenta una combinación de exceso de grasa y falta de hidratación. Las zonas de piel grasa se sitúan en la frente, nariz y barbilla o “zona T”, mientras que las zonas secas se generan en las mejillas, el contorno de los ojos y el cuello. La piel mixta tiene los inconvenientes de la piel grasa, como brillos y puntos negros, y de la piel seca, como la falta de hidratación que genera síntomas de envejecimiento prematuro y que se refleja en la aparición precoz de las arrugas en el contorno de los ojos. Para hidratarlas es necesario usar productos de acción combinada.
La piel mixta tiene los inconvenientes de la piel grasa, como brillos y puntos negros
Piel seca
Su principal característica es la falta de hidratación en la superficie. Este problema se agrava con la edad, por lo que es más frecuente encontrar este tipo de piel en las personas de más de 30 años. Algunas de las señales que evidencian la piel seca son la descamación, las manchas, los poros pequeños y un aspecto opaco y áspero.
domingo, 13 de abril de 2008
Una hidratación facial para cada tipo de piel
Etiquetas: Belleza
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