La fiebre antioxidante arrasa en todo el mundo. El deseo de acabar con los radicales libres y conseguir una piel sana y bonita, además de retrasar el envejecimiento ha hecho que los productos antioxidantes se conviertan en un “boom” y tengan un lugar destacado en la nevera, en el neceser, en las farmacias y en los centros de belleza.
“La dietas antienvejecimiento se caracterizan por ser ricas en alimentos antioxidantes que no sólo son beneficiosos para la piel, sino que también lo son para mantener el buen estado del organismo”, explica Leticia B. Carrera.
Son muchos los estudios científicos que se han realizado en los últimos años con los alimentos antioxidantes y las conclusiones dicen que si se cuida la alimentación, se neutralizan los radicales libres, implicados directos en el envejecimiento de las células y en su degradación.
Este “boom” antioxidante ha hecho proliferar una serie de fórmulas para combatir el envejecimiento. Así, personas que desean desoxidarse toman refrescos con té verde, ingieren píldoras de belleza con vitaminas que previenen el envejecimiento cutáneo o se inyectan principios activos como vitaminas A, C, D, E y K, aminoácidos, ácido hialurónico o botox con el único fin de frenar el envejecimiento de la piel.
Las firmas cosméticas, siempre atentas a la demanda y necesidades de la piel femenina, han investigado hasta conseguir fórmulas con potentes principios activos que han incluido en cremas y sueros que frenan la proliferación de radicales libres.
Entre los objetivos de los cosméticos se encuentra combatir los desperfectos que sufre la dermis por el paso del tiempo y como consecuencia de los rayos del sol, la polución medioambiental, el estrés, el tabaco, el alcohol o las ondas que generan los teléfonos móviles o los ordenadores.
“La dietas antienvejecimiento se caracterizan por ser ricas en alimentos antioxidantes que no sólo son beneficiosos para la piel, sino que también lo son para mantener el buen estado del organismo”, explica Leticia B. Carrera.
Son muchos los estudios científicos que se han realizado en los últimos años con los alimentos antioxidantes y las conclusiones dicen que si se cuida la alimentación, se neutralizan los radicales libres, implicados directos en el envejecimiento de las células y en su degradación.
Este “boom” antioxidante ha hecho proliferar una serie de fórmulas para combatir el envejecimiento. Así, personas que desean desoxidarse toman refrescos con té verde, ingieren píldoras de belleza con vitaminas que previenen el envejecimiento cutáneo o se inyectan principios activos como vitaminas A, C, D, E y K, aminoácidos, ácido hialurónico o botox con el único fin de frenar el envejecimiento de la piel.
Las firmas cosméticas, siempre atentas a la demanda y necesidades de la piel femenina, han investigado hasta conseguir fórmulas con potentes principios activos que han incluido en cremas y sueros que frenan la proliferación de radicales libres.
Entre los objetivos de los cosméticos se encuentra combatir los desperfectos que sufre la dermis por el paso del tiempo y como consecuencia de los rayos del sol, la polución medioambiental, el estrés, el tabaco, el alcohol o las ondas que generan los teléfonos móviles o los ordenadores.
0 comentarios:
Publicar un comentario