martes, 11 de marzo de 2008

Di adiós a la celulitis

Resulta básico saber las causas que han originado esa aparición localizada de la grasa para después actuar en consecuencia. Sólo se puede aplicar un tratamiento personalizado si primero se ha realizado un diagnóstico exacto de cada caso.
Con el especialista
La primera incógnita a despejar se resuelve con una visita al médico donde se debe exponer claramente el problema. Sólo un especialista puede determinar con total seguridad si es necesario rebajar peso y someterse a una dieta.
Con toda seguridad, habrá que realizar primero una analítica lo más completa posible para saber como marcha nuestro estado general. En la celulitis intervienen muchos factores: alimenticios, hormonales, circulatorios, metabólicos, genéticos... incluso emocionales. Y un buen profesional no nos someterá jamás a una dieta sin saber realmente como nos encontramos. La celulitis no tiene por qué ir unida forzosamente a un exceso de kilos.


Cuestión de formas
Se sabe que el origen de la celulitis se fragua dentro de las células grasas o adipocitos. Su mayor o menor almacenamiento depende de la unión de ácidos grasos libres y glucosa que se acoplan formando los triglicéridos en el corazón del adipocito.

La etapa decisiva para su evolución es durante la pubertad que es cuando los nódulos grasos empiezan a quedarse adheridos a los tejidos con la intención de instalarse de por vida. Las zonas donde se instala con mayor frecuencia son: caderas, muslos, rodillas, brazos, nuca y glúteos. Nunca está en relación con si estamos gordas o delgadas.

Hay que pensar que la celulitis es un problema distinto a la obesidad. Aunque por supuesto el exceso de kilos favorece su aparición y también influye mucho sobre una mala circulación de retorno en las piernas.

Diferentes tipos
La Dra. Elena Fernández, especialista en medicina estética, distingue dos fases. "Por una parte la celulitis localizada en caderas que forma las famosas pistoleras. Y después, la celulitis difusa o no localizada que suele ser de tipo edematosa, blanda y generalizada. Se nota con mucha piel de naranja y puede ir acompañada de dolor.

En esta fase aparecen hematomas con frecuencia. Lo más indicado para tratarla son los tratamientos de mesoterapia, drenaje linfático y tonificación. Hay que tener en cuenta que un tipo de celulitis no excluye a la otra".

Diferentes fases
Una celulitis localizada que no se ha cuidado puede degenerar a partir de los 30 en una celulitis edematosa. La piel se ablanda y junto al problema de acolchamiento puede aparecer retención hídrica y problemas circulatorios.

Con el paso del tiempo y dependiendo de la predisposición personal, tipo de metabolismo y sistema circulatorio la celulitis puede desarrollarse de diferentes formas. No existe una sólo causa sino un conjunto de factores que evolucionan juntos como en un círculo vicioso.


Soluciones de peso
Para combatir la celulitis es necesario luchar en varios frentes. Por una parte, asegurar la salud: llevar una vida más sana y activa en general. Es fundamental practicar ejercicio, beber entre uno y cinco litros de agua al día, dormir lo necesario y controlar el estrés.

Por supuesto, las autoridades sanitarias también recomiendan en este caso olvidarse del trío más tóxico de la historia: café, tabaco y alcohol.

A pedir de boca
Otra de las claves principales para impedir que la grasa se acumule con vicio sobre nuestras caderas es cuidar mucho la alimentación, pero sin obsesionarse. Una dieta equilibrada rica en alimentos frescos e integrales.

La mejor forma de cocinarlos es al horno, cocidos o a la plancha. Evita en lo posible conservas, embutidos, ahumados, fritos, salsas y bebidas gaseosas. Completamente prohibido: dulces, helados y el chocolate.

A flor de piel
Aunque las causas que originan la celulitis son en su mayoría de tipo interno sin duda se manifiestan a través de la piel. Por tanto, también es necesario actuar de forma local sobre las zonas afectadas para combatir los agentes externos que favorecen la instalación de los nódulos de grasa.

Las cremas específicas adelgazantes, anticelulíticas y drenantes favorecen la circulación. Pero además, mejoran mucho la textura y el aspecto de la piel disminuyendo los antiestéticos hoyitos que tanto te preocupan.

Los masajes de drenaje linfático son también una buena terapia de apoyo, así como todas las nuevas técnicas que ofrecen muchos institutos de belleza. El secreto de los tratamientos cosméticos y estéticos está en aplicarlos de forma regular, realizando un mantenimiento durante todo el año para poder ver resultados positivos. Los programas intensivos de última hora no sirven de mucho.

0 comentarios: